En 1840 una americana llamada Esther A. Howland comenzó a vender tarjetas para conmemorar este día, con forma de corazón o de Cupido a las que llamó "Valentines". De esta forma, popularizó en Estados Unidos tanto la venta de tarjetas postales entre parejas como el día de San Valentín.
Pero, realmente para conocer la verdadera historia de San Valentín tenemos que remontarnos mucho antes en el tiempo, hasta la época de la antigua Roma, concretamente al siglo III d. C.
En esta época, el Imperio Romano tenía frentes abiertos con los godos y con los galos. Las continuas guerras provocaron numerosas bajas en la población.
Así que, el emperador Claudio II, apodado posteriormente "el gótico" por haber derrotado a los godos, decidió decretar una ley en la cual prohibía casarse a todos los soldados profesionales.
Su teoría era que un soldado soltero y sin hijos estaría más centrado en la guerra.
Pero, hubo un sacerdote romano llamado Valentinus que, no estando de acuerdo con esta ley, siguió casando a los soldados en secreto por el rito cristiano.
Realmente, no sabemos si ésta historia fue cierta o no ya que se mezcla la realidad con la leyenda pero continúa con un bonito y trágico relato de amor.
El sacerdote fue encarcelado por contradecir la ley. En prisión se dice que el carcelero, sabiendo que era un hombre de letras, le pidió que instruyera a su hija Julia que era ciega de nacimiento. Él accedió e incluso influyó para que ella se acogiese a la fe cristiana, la cual todavía era perseguida en Roma.
Un día ella le preguntó si el Dios cristiano sería capaz de curarla de su ceguera. Él le respondió que para eso debía pedirlo con mucha fe. Así lo hizo la chica y, obrándose el milagro recuperó la vista.
La relación entre ellos se hacía a través de cartas firmando la última de ellas como "de tu Valentín".
Condenado a muerte, Valentinus fue decapitado el 14 de febrero del año 269 d. C. delante de la puerta Flaminia y su cuerpo arrojado a una fosa cercana.
La catacumba de San Valentino es una de las catacumbas de Roma situadas en la via Flaminia, ahora en el Viale Maresciallo Pilsudski.
El arqueólogo Orazio Marucchi entró en esta catacumba en 1878 descubriendo los restos de una basílica dedicada a San Valentín.
En 1949 Bruno Maria Apollonj Ghetti en sus investigaciones arqueológicas descubrió que Valentinus no fue enterrado en la catacumba sino en un pozo exterior.
Hoy en día no queda casi nada de la catacumba debido a las inundaciones de 1986 que provocaron el derrumbe de la mayoría de las galerías.
Pero ¿dónde están los restos de este mártir?. Hoy en día, hay restos repartidos por casi todo el mundo aunque realmente no sabemos si son del pobre Valentinus o no.
En Roma se exhibe su cráneo, en Dublín reliquias, en Praga otra reliquia encontrada en el 2003, en Polonia un fragmento de cráneo, en Roquemaure (Francia), en Viena, Birminghan, Savona (Italia), Balzan (Malta) y en algún otro lugar más dicen que existen reliquias del santo.
En Gorbals (Glasgow) alegan que poseen su cuerpo al que guardan en un magnífico ataúd.
Pero, ¿y en España?. No íbamos a ser menos. En nuestro país existen unas reliquias de San Valentín en la iglesia de San Antón de Madrid.
Fueron un regalo del Papa al Rey Carlos IV que las confío a la Orden de los Escolapios.
Así que, aunque los restos estén en territorio español desde el siglo XVIII, solo se pueden visitar desde 1984.
Creáis o no en esta historia, celebréis o no ésta fecha os deseo que no os falte nunca en vuestra vida ese sentimiento universal y necesario que es el amor tanto a la pareja, a la familia o a las amistades.
Feliz San Valentín a todos y en especial al amor de mi vida ❤️💜.
Texto: Violeta López
No hay comentarios:
Publicar un comentario