Subiendo al Monte do Facho

En esta ocasión, con la compañía de mi amiga Nieves del Río, hemos hecho un recorrido por un monte con un encanto especial, el denominado Monte do Facho situado en Donón (Cangas del Morrazo) en la provincia de Pontevedra. 

Este monte se eleva 184 metros sobre el Océano Atlántico. Su nombre se debe a la existencia en su cima durante los siglos XVIII y XIX de un puesto de vigilancia costera con fines militares que usaba el fuego como medio de comunicación (facho) y del cual aún se puede ver una curiosa construcción circular pétrea en forma de cúpula. 

El camino es un sendero empedrado durante el cual nos encontramos vestigios de épocas pasadas en forma de petroglifos, marcas y rebajes hechos en las diferentes piedras.

La mayoría están señalizados con carteles acompañado de su respectivo dibujo, abundando sobre todo las cruces.

Llegamos a la altura de un enorme y magestuoso roble. Éste árbol que se asocia a la magia se le denomina el "Carballo dos namorados" (roble de los enamorados), por la forma de su tronco, ya que son dos y por su leyenda.

Antiguamente, Donón y Vilanova, dos aldeas vecinas, estaban conectadas por el Monte do Facho, así que este punto funcionaba como lugar de encuentro entre los novios de ambas aldeas. Hay una cueva justo enfrente en el que se dice que las parejas se reunían y por ello fue tapiada.

Un poco más arriba nos encontramos con los restos de la aldea de "Punxeiro". Habitada posiblemente desde la Edad Media y abandonada en el siglo XVIII cuando se secó el río.

Podemos ver los restos de ocho estructuras rectangulares hechas con granito y seguramente techadas con tejas por los fragmentos hallados. 

También nos encontramos con la piedra de un molino que se utilizaba para moler los cereales. 

La primera ocupación del monte tendrá lugar a inicios del I milenio antes de Cristo, años 1000 y 700 aproximadamente.  Es la etapa menos conocida aunque se sabe que consistió en un poblado de cabañas en la ladera Este y Norte del monte.

Está ocupación se corresponde con la Edad del Bronce junto con grabados rupestres que aparecen dispersos por la zona. 

Después a mediados del I milenio a.C. se produce la implantación de la ocupación castrexa de O Facho perteneciente a la Edad del Hierro. Todavía se pueden ver las piedras de las viviendas que eran cubiertas con techos de paja. Se localizó un horno al que se le atribuye un uso artesanal.

Se localizaron tres edificios con una gran cantidad de ánforas por lo que se supone que serían almacenes.

También se encontraron objetos cotidianos de hierro como cuchillos, clavos, argollas o una punta de jabalina. Y en bronce algunas fíbulas.

Después de 200 años de abandono asistimos a un tercer episodio en la existencia del yacimiento. Se ocupa a finales del siglo III d.C. con fines exclusivamente religiosos mediante la construcción de un Santuario romano dedicado al Dios Lar Berobreo que ocupará la parte alta del Monte, sobre las ruinas del Castro anterior.

Aquí se localizaron monedas y vasos pequeños de cerámica o vidrio que indican la presencia de ritos. También se hallaron cuentas de collar y clavos que pertenecían a cofres de madera que seguramente contendrían ofrendas.

Lo más llamativo de este lugar fue el descubrimiento de más de un centenar de altares votivos.

Este Santuario fue abandonado, pero no destruido, a finales del siglo IV y comienzos del siguiente, dentro de un proceso de substitución de las creencias paganas por las cristianas, intensificadas en ese momento por convertirse el cristianismo en la religión oficial del Imperio Romano. 

Lamentablemente no tenemos fotografías del santuario puesto que el puente de acceso estaba roto. Desde Archeology World esperamos que se arregle cuánto antes para poder contemplar este peculiar lugar de culto. 

Una vez en la cima nos encontramos el faro. Se cree que esta estructura circular fue construida sobre un antiguo faro romano o prerromano. 

Por último comentaros que desde esta cima hay unas fantásticas vistas de la ría de Vigo y la de Pontevedra, además de las increíbles islas de Cíes y de Ons.

Así que, si os acercáis por la zona de Hío (Cangas) no dudéis en visitar este increíble monte que fue ocupado a lo largo de la historia. 

Texto y Fotografias: Violeta Lopez