Al equipo de Archeology World le encanta este bella edificación y tanto como si ya la conocéis como si no, vamos a detallaros un poco de su historia y de su construcción para que os resulte más atrayente de lo que ya es por sí sola.
Tenemos que desplazarnos hasta Medina del Campo, en la provincia de Valladolid. En lo alto de una cima, dominando la villa, está plantado el majestuoso castillo de la Mota.
Sobre la construcción del castillo existe una leyenda que cuenta: había un labrador adinerado a los que sus vecinos, fruto de la envidia, denunciaron por acuñar monedas en clandestinidad. El Rey quiso ver por él mismo las acusaciones así que, acudió a la casa del labrador, descubriendo con sorpresa como éste daba trabajo a un montón de lisiados. Conmovido, el Rey decidió perdonarlo y el labrador quiso agradecerle el gesto construyendo un castillo capaz de provocar la admiración de todos los que lo viesen desde la lejanía.
La realidad es que el castillo fue construido a lo largo de los siglos XIII, XIV y XV sobre construcciones anteriores de origen romano y árabe. El castillo que hoy podemos contemplar data del siglo XV.
Su construcción comenzó en tiempos de Juan II de Castilla (1406-1454) sobre los muros de la fortaleza anterior.
En 1441 el castillo se vio envuelto en una serie de enfrentamientos entre Juan II de Castilla y los infantes de Aragón acabando en manos de los aragoneses hasta que fueron derrotados en la batalla de Olmedo (1445) y regresó a la Corona de Castilla.
Enrique IV, rey de Castilla entre los años 1454 a 1474 terminó el recinto interior y la torre del homenaje.
En 1474 falleció Enrique IV y Alonso de Fonseca y los vecinos de Medina intentaron demoler el castillo impidiéndoselo el Duque de Alba que lo mantuvo en nombre de Isabel después de haber sido coronada Reina de Castilla.
El castillo fue la residencia habitual de los Reyes Católicos desde 1475 hasta 1480.
Entre 1503 y 1504 su hija, Juana apodada la Loca, estuvo encerrada en este castillo protagonizando un ataque de locura al intentar escapar en busca de su marido a Flandes, impidiéndoselo sus padres. Se dice que la heredera del trono de Castilla permaneció hasta las dos de la madrugada a la intemperie, descalza y sin ropa de abrigo en una de las noches más frías del año.
El castillo fue cárcel en 1502 para Fernando de Aragón, duque de Calabria. En 1505 se encarceló a César Borgia, hijo de Alejandro Borgia que pudo huir en 1506 descolgándose por una cuerda.
En 1543 se encerró entre sus muros a Hernando Pizarro, hermano de Francisco Pizarro, conquistador de Perú, condenado a veinte años por la muerte de Diego de Almagro.
Diego Hurtado de Mendoza también fue prisionero en este lugar en 1569 por un altercado en la cámara mortuoria de Carlos I. Y uno de los últimos presos en el castillo fue Rodrigo Calderón, marqués de Siete Iglesias en 1620 acusado de malversación de fondos.
A partir de 1476 se construyó la barrera de defensa y galería de artillería además de excavarse el foso circundante convirtiendo al Castillo de la Mota en un referente para Europa en cuanto a castillos adaptados al uso de la artillería.
Durante la guerra de los Comuneros de Castilla (1520-1522) contra Carlos I el castillo fue convertido en parque de artillería y sufrió importantes destrozos. Después cayó en una larga etapa de abandono.
En 1875 Alfonso XIII en una visita se interesó por su estado y decidió comenzar los trabajos de reconstrucción en 1877.
El castillo tiene planta trapezoidal y fue construido en hormigón de cal y canto, revestido de ladrillo al estilo mudéjar.
Tiene cuatro niveles de tiro con más de 200 bocas para la artillería y cuenta con sistemas de ventilación, refrigeración y más de medio kilómetro de galerías convirtiendo al Castillo de la Mota en el más avanzado de su época.
Los cañones se refrigeraban con agua que corría por una galería de comunicación entre un viejo pozo en la Torre del Homenaje y otro abierto posteriormente.
Tiene dos torreones en el puente de entrada y cuatro más, uno en cada esquina, y otro en el lado noreste.
El recinto interior consta de un Patio de Armas cuadrangular en el que se localizan las dependencias del castillo como el vestíbulo, la capilla y la planta noble. En la esquina norte se eleva la Torre del Homenaje.
En el acceso podemos ver una portada donde en la parte superior central aparece el abrazo de Santa Ana y San Joaquín. En la zona inferior el escudo de los Galindo y los Ramírez, la maestra de Isabel la Católica y preceptora de sus hijos y su marido, un militar y consejero de los Reyes Católicos.
Avanzando por un lateral alcanzamos una magnífica puerta tallada que da acceso a la sencilla capilla dedicada a Santa María del Castillo.
En el altar hay un precioso retablo que representa a los santos: San Fernando, San Isidoro, San Isidro, San Raimundo de Fitero, Santa Teresa de Jesús y Santiago Apóstol.
En la parte superior un Cristo de marfil del siglo XVI.
En el vestíbulo del castillo encontramos el acceso a la planta noble que se realiza por una impresionante escalera de estilo gótico.
También nos encontramos un mueble en madera originaria de Haití y una réplica de la Carta Universal del navegante y cartógrafo español Juan de la Cosa. En ésta carta náutica se representa por primera vez el continente americano en el año 1500 en el puerto de Santa María (Cádiz). Aunque aquí solo podemos ver una copia puesto que, el original se conserva en el Museo Naval de Madrid.
El 8 de Noviembre de 1904 fue declarado Monumento Nacional y se realizaron obras para su rescate.
Hoy en día es propiedad de la Junta de Castilla. Se realizan visitas gratuitas y otras de pago en diferentes formatos como guiadas, teatralizadas o con audioguia.
Desde Archeology World os prometemos volver al Castillo de la Mota para recorrer los yacimientos de la Edad del hierro y las galerías subterráneas que se encuentran en su interior. Y os recomendamos que si pasáis por Medina del Campo os detengais a recorrer este espléndido castillo.
Texto y Fotografias: Violeta Lopez
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