El Castillo de Almonacid

Debido a esta situación de confinamiento por el Covid19, desde Archeology World hemos decidido tirar de galería fotográfica y hacer una entrada del Castillo de Almonacid de Toledo.

Se encuentra a 20 kilómetros de Toledo, en el antiguo camino de la Mancha a Andalucía y en la actual Ruta del Quijote.    

    Su impresionante silueta puede contemplarse desde muchos kilómetros de distancia, ya que está ubicado en una posición privilegiada en lo alto de una colina que forma parte de la Sierra de Nambroca.

   La primera referencia documental que tenemos de este castillo es de origen musulmán del año 848 dónde se construye una antigua Alcazaba (recinto fortificado que sirve de refugio para la guarnición).

    

     En el año 1063 nació una princesa musulmana llamada Zaida que se casó con Abu Nasr Al'Fath al-Ma'mun, rey de la tarifa de Córdoba. Años más tarde, los almorávides atacan Córdoba donde muere Al-Ma'mun quedando viuda la joven Zaida. Ésta pide refugio al rey Alfonso VI que accede a llevarla a la corte de Toledo. Allí se inicia una historia de amor entre ambos durante la cual Zaida se convierte al cristianismo adoptando el nombre de Isabel para poder casarse. Como parte de la dote se ofrece el Castillo de Almonacid pasando de esta forma a ser propiedad de Alfonso VI aunque, con posterioridad decide donarlo a la Catedral de Toledo.

Existe una leyenda que dice que Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como el Cid Campeador conquistó el castillo y por eso comenzó a denominarse "Almena del Cid". Aunque otra versión dice que lo único que hizo fue dormir en sus estancias.

    Se tuvo que esperar hasta el siglo XIV para que el arzobispo Don Pedro Tenorio mandase restaurarlo.

   En el año 1383 Juan I de Castilla decidió encarcelar a su hermano Alfonso Enríquez en el Castillo de Almonacid. El crimen de este hijo bastardo de Enrique II de Castilla fue ser rival para acceder al trono de Portugal. Así que, el pobre Alfonso pasó ocho años encerrado en este recinto. 

     Sus muros fueron testigos de numerosa batallas que se produjeron en los alrededores como la que se desencadenó en 1809. El general Venegas se enfrentó a los franceses en Almonacid llegando a utilizar el castillo como refugio. Lamentablemente el ejército napoleónico consiguió conquistar la fortaleza destruyéndolo en parte antes de retirarse. 

     Lo primero que nos encontramos es un foso seco que rodea todo el recinto que, hoy en día es estrecho y poco profundo. También posee un camino de Ronda o sendero de vigilancia a lo largo de toda la muralla que debió de ser utilizado por las tropas de vigilancia que allí habitaron.

     Está construido con mampostería de sillarejo y adobe con elevados muros que todavía conservan alguna almena defensiva.

   En el interior solo permanece en pie la Torre del Homenaje que está en el centro del amplio recinto. Disponía de tres plantas bien definidas con habitaciones y bóvedas de ladrillo.

     En el castillo se encontraron indicios de haber sido una buena fortaleza ya que, contaba con patio de armas, varios depósitos de agua, silos para almacenar grano, panadería, habitaciones y hasta una chimenea de 60 M2.

    Actualmente se encuentra parcialmente en ruinas formando parte de la lista roja del Patrimonio. Está claro que las batallas, el expolio de ladrillos y piedra de mampostería, además del paso del tiempo ha llevado a esta formidable fortificación a un estado lamentable. 

    El Ayuntamiento lo tiene a la venta al precio de una de las antiguas pesetas con la condición de que el comprador se comprometa a restaurarlo por completo. Así que, si os gustan los castillos y tenéis mucho dinero desde Archeology World os recomendamos hacer esta compra para darle la posibilidad de permanecer contemplando el entorno por muchos siglos más. 

Texto : Violeta lopez
Fotos: Jiaaguero